1. Prevalencia
Los sociópatas, también conocidos como trastorno de personalidad antisocial (TPA), tienen una prevalencia estimada de aproximadamente el 1% en la población general (American Psychiatric Association, 2013).
2. Características distintivas
Los sociópatas exhiben un patrón persistente de desprecio y violación de los derechos de los demás. Estas personas suelen ser manipuladoras, mentirosas, carentes de empatía o remordimiento, y muestran una tendencia a comportarse de manera impulsiva e irresponsable (Hare, 1993).
3. Factores de riesgo
Se ha encontrado que diversos factores contribuyen al desarrollo del trastorno antisocial de la personalidad, como la genética, el entorno familiar disfuncional, la exposición a la violencia y el abuso en la infancia, así como la presencia de traumas tempranos (Raine, 2013).
4. Diferencias de género
Las investigaciones sugieren que los hombres tienen una mayor probabilidad de ser diagnosticados con trastorno antisocial de la personalidad en comparación con las mujeres. Sin embargo, las diferencias de género pueden estar relacionadas con la subnotificación en mujeres debido a factores sociales y culturales (Coid et al., 2009).
5. Comorbilidad
Los sociópatas a menudo presentan comorbilidad con otros trastornos mentales, como el trastorno por consumo de sustancias, trastornos de ansiedad y trastornos de conducta alimentaria. Esta alta comorbilidad puede dificultar el diagnóstico y el tratamiento (Black et al., 2003).
6. Trayectoria delictiva
Los sociópatas suelen tener una historia de comportamiento delictivo desde una edad temprana. Los delitos cometidos por personas con trastorno antisocial de la personalidad abarcan una amplia gama, desde el robo y la violencia hasta el fraude y el asesinato (Fazel et al., 2016).
7. Tratamiento
El trastorno antisocial de la personalidad es considerado uno de los trastornos de personalidad más difíciles de tratar. Aunque no existe una cura definitiva, ciertas intervenciones terapéuticas, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia de habilidades sociales, pueden ayudar a reducir los comportamientos antisociales y mejorar el funcionamiento general (National Institute for Health and Care Excellence, 2009).
Referencias
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). American Psychiatric Publishing.
- Black, D. W., Gunter, T., Loveless, P., Allen, J., Sieleni, B., & Antoon, A. Y. (2003). Borderline personality disorder in male and female offenders newly committed to prison. Comprehensive Psychiatry, 44(4), 290-297.
- Coid, J., Yang, M., Ullrich, S., Roberts, A., & Hare, R. D. (2009). Prevalence and correlates of psychopathic traits in the household population of Great Britain. International Journal of Law and Psychiatry, 32(2), 65-73.
- Fazel, S., Singh, J. P., Doll, H., & Grann, M. (2016). Use of risk assessment instruments to predict violence and antisocial behaviour in 73 samples involving 24,827 people: Systematic review and meta-analysis. British Medical Journal, 345, e4692.
- Hare, R. D. (1993). Without conscience: The disturbing world of the psychopaths among us. The Guilford Press.
- National Institute for Health and Care Excellence. (2009). Antisocial personality disorder: Treatment, management, and prevention. Clinical guideline CG77.
- Raine, A. (2013). The anatomy of violence: The biological roots of crime. Vintage Books.
