Cada cultura tiene sus propios estándares de belleza, es decir, un concepto distinto de lo que es un físico agradable a la vista. Por ejemplo, en occidente, un cuerpo delgado y sano es sinónimo de belleza, cosa que puede ser diferente en otros puntos del planeta.
La aceptación corporal es sentirte bien con el cuerpo que tienes y no estar presionado por los altos estándares de belleza que predominan en la sociedad. En este sentido, muchos podemos sucumbir ante esta presión y, por lo tanto, las siguientes recomendaciones pueden ser útiles.
1. Evita las comparaciones
El problema radica en la comparación de tu cuerpo con el de otras personas y sentir que el tuyo es peor o menos atractivo. Deja de comparar tu físico con el de otros.
2. Ten un diálogo contigo mismo
Razona e interioriza las ideas que surgen respecto a tu imagen corporal. Reconoce los rasgos físicos que no tienes, pero valora los atributos que posees. También puedes apoyarte con un psicólogo para esto.
3. Un cuerpo atractivo no significa la felicidad
Desmitifica el culto al cuerpo perfecto. Un físico espectacular no garantiza la felicidad. No creas que quienes son atractivos son más felices. La felicidad se compone de muchas cosas más.
4. Cuídate por salud, no solo por apariencia
No se necesita tener una figura perfecta para estar saludable. Enfócate en la salud física antes que en la apariencia ideal. Si vas a cultivar un cuerpo atractivo, también hazlo por salud.