Aprender a fijar límites saludables a tus hijos es una parte fundamental en su desarrollo. Estas normas ayudan a los niños a diferenciar y comprender lo que permites y no permites que hagan, además de enseñarles autocontrol. Aquí te muestro cinco pautas para lograrlo de manera efectiva.
1. Sé consistente
La coherencia es la base de los límites. Si un día prohíbes una acción y al siguiente la permites, el niño no asimilará la norma que has impuesto. Debes mantener claras las reglas para que tus hijos las respeten.
2. Comunícate de forma clara
Habla con tus hijos de manera asertiva y explícales el por qué de los límites que has puesto. Esto promoverá el respeto por las reglas, así como un mayor diálogo y una confianza mutua.
3. Enseña con el ejemplo
Los niños aprenden observando. Si muestras, a través de tus acciones, cómo respetar los límites, es más probable que tus hijos sigan tu ejemplo. Conviértete en un modelo a seguir.
4. Reconoce el cumplimiento de los límites
Valora el comportamiento positivo de tus hijos cuando respeten las reglas. Los elogios suelen ser efectivos para construir una buena conducta.
5. Cumple las consecuencias establecidas
Si tus hijos rompen las reglas acordadas, aplica las sanciones correspondientes. Esto enseñará a los niños a asumir su responsabilidad si no respetan los límites. Recuerda ser congruente en este aspecto.
En concreto, la creación de límites es un pilar básico en la crianza de tus hijos. Al aplicar estas estrategias, tienes la posibilidad de influir de manera positiva en su educación.