Contexto
La heurística de disponibilidad, conocida también como el sesgo de disponibilidad, es un atajo mental que las personas utilizan para evaluar la probabilidad de un evento basándose en la facilidad con la que pueden recordarse los ejemplos o la información relacionada. Este fenómeno fue descrito por los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman, quienes lo identificaron como un proceso cognitivo que puede llevarnos a errores sistemáticos en el juicio y la toma de decisiones.
Este sesgo se produce cuando las personas dan más peso a la información que pueden recordar con mayor facilidad, independientemente de su relevancia o precisión. La disponibilidad de estos recuerdos está influenciada por factores como la recencia, la frecuencia, la viveza y la carga emocional. Por ejemplo, después de ver algunas noticias sobre accidentes aéreos, las personas pueden sobreestimar la peligrosidad de volar, aunque las estadísticas demuestren que es una forma de transporte segura.
Kahneman y Tversky demostraron cómo las personas tienden a sobreestimar la probabilidad de los eventos que pueden recordar de forma más fácil. Por otro lado, este sesgo tiene un gran impacto en la toma de decisiones, tanto a nivel individual como social.
Factores
Recencia
De acuerdo con este factor, los eventos que han ocurrido recientemente son más fáciles de recordar y, por lo tanto, se consideran más probables de suceder.
Viveza
En este factor, los eventos inusuales o con un componente emocional elevado tienden a ser más memorables. Por ejemplo, un ataque terrorista puede influir más en la percepción del riesgo que estadísticas más comunes, como los accidentes de tráfico.
Frecuencia
Por último, la exposición repetida a ciertos eventos o información a través de los medios de comunicación puede incrementar su disponibilidad en la memoria. Por ejemplo, la cobertura mediática de los crímenes violentos puede llevar a una sobreestimación de su frecuencia real.
Ejemplos
Miedo a volar
Aquí las personas suelen temer más a los accidentes aéreos que a los accidentes automovilísticos, a pesar de que las probabilidades de accidentarse en coche son mucho mayores. Las noticias sobre las catástrofes aéreas contribuyen a esta idea.
Juegos de azar
En este ejemplo, los participantes de la lotería tienden a recordar más las historias de los ganadores que las de los millones de personas que no ganan. Esto los lleva a sobrestimar sus propias posibilidades de sacarse un premio.