Definición de sesgos cognitivos
Los sesgos cognitivos son errores sistemáticos en el procesamiento de la información que afectan nuestras decisiones y nuestros juicios. Estos atajos mentales nos permiten procesar grandes cantidades de datos de forma rápida, aunque en ocasiones nos conducen a conclusiones incorrectas.
En términos más simples, los sesgos cognitivos son formas en que nuestra mente puede engañarnos sin que nos demos cuenta. Aunado a esto, también pueden afectar la formación de creencias, los procesos de razonamiento, las decisiones y el comportamiento humano en general.
Origen de los sesgos cognitivos
Estos sesgos se originan debido a las limitaciones en la capacidad del cerebro para procesar grandes cantidades de información de manera precisa. Dado que este procesamiento sería lento y demandante, el cerebro utiliza estos atajos para facilitar la toma rápida de decisiones.
No obstante, este tipo de atajos pueden resultar en errores o distorsiones en el juicio, es decir, en la toma de decisiones. Esta necesidad de simplificación nos puede llevar a la creación de patrones sistemáticos (heurísticas) que pueden afectar nuestras percepciones, decisiones y acciones cotidianas.
Como dato complementario, las heurísticas son un conjunto de reglas generales y poco definidas que funcionan como atajos mentales para la resolución de problemas. Esto suele ocurrir cuando estos problemas son complejos o no se tiene toda la información sobre ellos.
Por otro lado, nuestras emociones también pueden influir en cómo interpretamos la información, ya que tendemos a prestar más atención a las cosas que nos generan ciertos estados emocionales y dejamos un poco de lado la parte lógica o racional.
Finalmente, las creencias y los conocimientos previos también condicionan nuestra forma de percibir el mundo. Lo anterior influye en la manera en que interpretamos y seleccionamos la información, aceptando lo que ya pensamos y descartando lo que no concuerda con nuestras ideas.
Ejemplo de sesgos cognitivos
El ejemplo más común es el sesgo de confirmación. Cuando caemos en este sesgo, tendemos a buscar y validar la información que respalda nuestras ideas e ignoramos los aspectos que pueden indicar o incluso demostrar otras posturas diferentes a la nuestra.
Cabe señalar que el conocimiento de los sesgos cognitivos es fundamental para mejorar la toma de decisiones en nuestra vida cotidiana. Como dato interesante, estos sesgos también son estudiados en otras áreas del saber como la psicología, la economía y la sociología.
