La clasificación de la discapacidad visual de acuerdo con su funcionalidad se centra en cómo la visión residual de una persona afecta su capacidad para realizar tareas cotidianas. Estas son las dos categorías principales: Funcionalmente ciego y visión subnormal o baja visión.
1. Funcionalmente ciego
Una persona se considera funcionalmente ciega cuando, a pesar de tener alguna percepción de luz, esta no es suficiente para la realización de las actividades cotidianas. En otras palabras, los ojos no proporcionan la información necesaria para llevar a cabo las tareas diarias, incluso con el uso de otros tipos de apoyo visual.
2. Visión subnormal o baja visión
Esta condición se refiere a las personas que tienen una reducción de la visión que no puede ser corregida o mejorada con lentes, cirugía o tratamiento médico. Sin embargo, ellos tienen la suficiente visión residual como para realizar algunas tareas con la ayuda de dispositivos especiales o ciertas técnicas adaptativas.