Concepto
El sesgo de género es una inclinación o prejuicio que favorece a un género sobre otro, lo cual puede llevar a un trato desigual y a la discriminación en distintas áreas de la vida. Este sesgo se manifiesta cuando se asumen ciertos roles, habilidades o comportamientos específicos basándose únicamente en el género de una persona, sin considerar sus capacidades individuales.
Ejemplos
Imaginemos un proceso de selección para un puesto de ingeniería. A pesar de tener las mismas cualificaciones y experiencia que sus contrapartes masculinos, una candidata es pasada por alto porque se asume que los hombres son más aptos para los roles técnicos. Esto es un claro ejemplo de este sesgo, afectando de esta manera muchas oportunidades laborales.
En el ámbito educativo, es común que a los niños se les anime más a participar en actividades relacionadas con las matemáticas y las ciencias, mientras que a las niñas se les dirige hacia las artes y las humanidades. Por ende, estas expectativas pueden limitar el desarrollo de ciertos intereses y habilidades, perpetuando así los estereotipos de género.
Otro ejemplo cotidiano ocurre en la crianza de los hijos. Se espera que las mujeres sean las principales cuidadoras y responsables del hogar, mientras que los hombres son vistos como los proveedores económicos. Por lo tanto, este sesgo puede generar desigualdad en la distribución de responsabilidades domésticas y laborales.