Concepto
El sesgo de conservadurismo es la tendencia a actualizar las creencias de manera insuficiente cuando se presenta una nueva evidencia. En lugar de ajustar las opiniones de acuerdo con el peso real de la información nueva, las personas tienden a aferrarse a sus creencias previas. Esto puede conducir a una revisión parcial y conservadora de los juicios.
Antecedentes
Este sesgo fue identificado por primera vez por Ward Edwards en 1968. Él observó que los individuos no aplican de manera correcta el teorema de Bayes al actualizar sus creencias basándose en la nueva información. En consecuencia, ellos muestran una preferencia por mantener sus creencias iniciales a pesar de la evidencia que podría contradecirlas.
Mecanismos cognitivos subyacentes
Este sesgo cognitivo se atribuye a varios factores. Estos son los siguientes:
Anclaje y ajuste
Aquí las personas suelen anclar sus estimaciones en una referencia inicial (Sus creencias previas) y ajustarlas de manera insuficiente cuando se presenta una nueva información.
Capacidad cognitiva limitada
Procesar y actualizar completamente la información requiere un gran esfuerzo cognitivo, lo que puede llevar a una revisión desgastante y, por lo tanto, incompleta.
Resistencia al cambio
Acá las creencias arraigadas pueden formar parte de la identidad personal, y cambiarlas puede generar una disonancia cognitiva.
Estudios empíricos
Uno de los estudios clásicos sobre este sesgo es el experimento de Edwards, en donde los participantes debían estimar la probabilidad de que una serie de fichas proviniera de una bolsa con una determinada proporción de colores. A pesar de recibir información estadística clara, los participantes no ajustaron sus estimaciones tanto como lo predeciría el teorema de Bayes.
Tversky y Kahneman también exploraron cómo las heurísticas y otros sesgos influyen en el juicio humano bajo la incertidumbre, destacando que las personas suelen desviarse de las normas estadísticas al evaluar probabilidades y evidencias.
Implicaciones prácticas
Este sesgo puede tener algunas implicaciones en distintos campos del saber, como por ejemplo:
Economía y finanzas
Aquí los inversores pueden no reaccionar de forma adecuada a la nueva información del mercado, manteniendo estrategias que pueden ser obsoletas para entonces.
Medicina
En esta área, los profesionales de la salud podrían resistirse a adoptar nuevos tratamientos o protocolos basados en las investigaciones o evidencias más recientes.
Política y sociedad
Acá los individuos pueden mantener opiniones sobre estas áreas a pesar de que exista información que las desafíe. Esto puede afectar el debate público y la formulación de políticas, por mencionar ejemplos.
Relación con otros sesgos
El sesgo de conservadurismo tiene una relación con los siguientes sesgos:
Sesgo de confirmación
Esta es la tendencia a buscar y favorecer la información que avale las creencias actuales.
Sesgo de anclaje
Es la dependencia excesiva acerca de la primera información recibida al tomar decisiones.
Reflexión final
El sesgo de conservadurismo representa un gran desafío para la toma de decisiones racionales. Reconocer y comprender este sesgo es un paso importante para promover un pensamiento más crítico y una mejor toma de decisiones.