Concepto
La justificación del esfuerzo es un fenómeno en el que las personas tienden a valorar más un resultado o producto cuando han invertido un esfuerzo para lograrlo, independientemente de su valor objetivo. Este sesgo se explica por la necesidad psicológica de las personas de racionalizar el esfuerzo invertido, lo cual les lleva a sobrevalorar el resultado como una forma de reducir la disonancia cognitiva. En otras palabras, mientras más trabajo se ponga en algo, más valioso parecerá, aunque su valor real no haya cambiado.
Ejemplos
El efecto IKEA
Este fenómeno ilustra bien la justificación del esfuerzo. Cuando una persona compra muebles de IKEA y los ensambla por sí misma, tiende a valorarlos más que si los hubiera comprado ya armados. Aunque el producto final puede no tener la mejor calidad, el esfuerzo que se invirtió en armarlo hace que el comprador lo perciba como algo de mayor valor.
Proyectos escolares
Un estudiante que trabaja de forma ardua en un proyecto puede llegar a considerarlo más valioso de lo que en verdad es. Si le ha invertido muchas horas en investigar, escribir y presentar su trabajo, es probable que lo sobrevalore, aun si la calidad del proyecto no es tan alta como él cree. Aquí el esfuerzo personal influye en la percepción del resultado.
Retos personales
Las personas que se preparan de forma intensa para alcanzar algún desafío difícil, tienden a sobrevalorar la experiencia. Incluso si el beneficio o la satisfacción posterior no es tan grande como esperaban, el esfuerzo invertido hace que perciban la experiencia como más gratificante de lo que puede ser.