4 técnicas para manejar el estrés de la vida diaria

El estrés es uno de los malestares más comunes hoy en día. De hecho, este se encuentra a la cabeza dentro de los motivos por los cuales muchas personas acuden a los profesionales de la salud mental. Para empezar, veamos un par de datos.

El estrés es una reacción del cuerpo ante situaciones que son percibidas como amenazantes o desafiantes. Esta respuesta está diseñada para protegerte en situaciones de emergencia, haciendo que estés alerta y preparado para evitar el peligro.

Sin embargo, cuando esta respuesta es constante debido a las exigencias de la vida moderna, puede llevar a problemas de salud física y mental. Ahora veamos algunas técnicas para mantener el estrés bajo control

1. Técnica de relajación

Esta te ayuda a reducir la tensión física y mental. He aquí los pasos.

  • Encuentra un lugar tranquilo y siéntate o acuéstate cómodamente.
  • Comienza tensando un grupo muscular, por ejemplo, los puños, esto durante 5 a 10 segundos.
  • Relaja ese grupo muscular durante 20 a 30 segundos.
  • Repite los pasos anteriores con diferentes grupos musculares en todo el cuerpo.

2. Técnica de respiración

Controlar la respiración puede ayudarte a calmar el sistema nervioso y, por lo tanto, disminuir el estrés. Vamos a los pasos.

  • Siéntate o acuéstate cómodamente.
  • Coloca una mano en tu pecho y la otra en tu abdomen.
  • Respira profundamente por la nariz, asegurándote de que tu diafragma, no tu pecho, se expanda.
  • Exhala lentamente por la boca.
  • Repite esto varias veces hasta sentirte más relajado.

3. Entrenamiento en habilidades sociales

A veces, el estrés proviene de la interacción con otros individuos. Mejorar las habilidades sociales puede ayudarte a manejar estas situaciones estresantes. Estos son los pasos.

  • Identifica situaciones sociales que te causen estrés.
  • Practica habilidades específicas, como asertividad o escucha activa, en situaciones menos desafiantes.
  • Implementa estas habilidades en situaciones más desafiantes a medida que te sientas más cómodo.

4. Resolución de problemas

Si el estrés proviene de problemas específicos, trabajar directamente en la resolución puede ser útil. Los pasos son estos.

  • Define claramente el problema.
  • Genera varias soluciones posibles.
  • Evalúa las ventajas y desventajas de cada solución.
  • Elige una solución y ponla en práctica.
  • Evalúa el resultado y ajústalo según sea necesario.

Recuerda que si el estrés sobrepasa tus posibilidades para mantenerlo bajo control, acudir con un psicólogo es una mejor opción.