¿Sientes que un problema o una situación actual te consume al punto en que ya no puedes más y no sabes cómo actuar? Hay ocasiones en que alguna adversidad o una dificultad grave puede llevarnos a un colapso físico y psicológico, coloquialmente conocido como “Tocar fondo“. Veamos cómo puedes identificar si te encuentras en este punto crítico y qué puedes hacer.
¿Qué significa tocar fondo?
“Tocar fondo” es una expresión que se utiliza para describir el momento en el que llegas al punto más bajo en una situación adversa. Esto quiere decir que alcanzaste un nivel de sufrimiento o desesperación tan profunda que te ves impulsado a llevar a cabo algunos cambios. Estas palabras representan la parte más crítica de una vivencia, en la cual no puedes caer más y el único camino es hacia arriba.
En Psicología, esto se interpreta como el punto vulnerable en el que reconoces que tu situación es insostenible y que necesitas ayuda. Este instante suele estar asociado con algunos sentimientos de impotencia y angustia. No obstante, también puede ser el catalizador clave para buscar apoyo profesional y comenzar un proceso de recuperación. Por otro lado, es preciso decir que “Tocar fondo” es una experiencia subjetiva.
¿Es necesario tocar fondo?
No, no lo es. Aunque, en muchos casos, esto puede actuar como un detonante para generar un cambio. Aunado a ello, puedes iniciar el proceso de transformación en cualquier etapa de la situación en la que te encuentres sin la necesidad de experimentar las últimas consecuencias.
¿Cómo puedes saber si estás tocando fondo?
Identificar si ya tocaste fondo requiere reconocer una serie de señales y síntomas que indican que estás en una situación insostenible y que es importante hacer ciertas modificaciones. A continuación, se detallan las principales alertas que pueden ayudarte a determinar si llegaste a este punto:
Desesperanza y agobio
Cuando tocas fondo, puedes experimentar mucha desesperanza. Aquí puedes sentir que no hay salida a tus problemas y que la situación nunca va a mejorar. Este tipo de sentimientos pueden manifestarse a través de pensamientos negativos recurrentes y una percepción pesimista sobre el futuro.
Aislamiento social
Cuando tocas fondo puedes alejarte de tus amigos, familiares y también de las actividades que solías disfrutar. Este aislamiento puede ser tanto físico como emocional, haciendo más difícil el acceso a las alternativas de apoyo.
Problemas de salud mental
Algunos sentimientos persistentes de tristeza, vacío, o tensión extrema son unos indicadores de que algo no anda bien. Por otra parte, pensar en la muerte o en hacerte daño es un aviso innegable de que requieres una ayuda inmediata.
Cambios de comportamiento
Aquí puede darse el Incremento en el consumo de alcohol, drogas u otras sustancias como una forma de enfrentarte al dolor emocional. También podrías participar en acciones que ponen en riesgo tu salud o tu seguridad, como conducir de manera imprudente o comer en exceso.
Deterioro del rendimiento
Una caída en el rendimiento laboral o académico puede indicar que estás luchando para mantener tus responsabilidades debido a la situación que atraviesas. Por otro lado, descuidar tu higiene, tu alimentación o tu sueño significa que no estás del todo bien.
Problemas de salud física
El estrés intenso puede tener manifestaciones físicas, como ciertos dolores de cabeza, problemas digestivos, fatiga crónica o modificaciones en el peso. Lo anterior es una señal de que tu cuerpo está reaccionando de forma negativa a la situación adversa.
Falta de motivación
Sentirte fatigado o sin energía para llevar a cabo tus actividades cotidianas es un indicador de un cansancio físico y mental.
Sentimientos de culpa y vergüenza
Experimentar una culpa excesiva o sentir vergüenza por tus acciones presentes o pasadas, las cuales pudieron ser el motivo de tu situación actual, puede contribuir a la sensación de estar atrapado en un laberinto sin salida.
Conflictos interpersonales
Un incremento en la frecuencia de tus conflictos con los demás puede ser una señal probable de que estás luchando con las dificultades actuales y, en consecuencia, proyectas ese malestar en tus relaciones.
Pérdida de interés
Cuando las actividades que antes disfrutabas ya no te dan el mismo placer, puede ser un signo de que estás desconectado, tanto física como emocionalmente, y es importante que busques apoyo.
¿Se puede evitar tocar fondo?
Sí, si es posible. Evitar e incluso prevenir esto conlleva una combinación de varias estrategias enfocadas en una intervención adecuada, así como empezar a aplicar el autocuidado personal y la búsqueda de apoyo profesional si es necesario.
¿Qué puedes hacer para salir del fondo?
Tocar fondo es abrumador, pero es importante recordar que hay acciones que puedes tomar para comenzar a ascender y recuperar el control de tu vida. A continuación, se presentan algunas estrategias que pueden ayudarte en este proceso:
Reconoce la situación
El primer paso es aceptar que estás pasando por un momento difícil y que necesitas apoyo. Reconocer tus sentimientos sin juzgarte es indispensable para iniciar el proceso de recuperación.
Habla con alguien
Compartir tus sentimientos con tus amigos de confianza o tus familiares cercanos puede aliviar la carga emocional que llevas. Ellos pueden ofrecerte apoyo, comprensión y quizás nuevas perspectivas sobre tu situación.
Establece metas
Comienza fijándote objetivos sencillos que te brinden un sentido de logro. Levantarte temprano, salir a caminar o leer un libro, son solo algunos ejemplos. Al cumplir estas pequeñas acciones, fortalecerás tu confianza y motivación.
Practica el autocuidado
Dedica tiempo a ciertas actividades que promuevan tu bienestar físico y emocional: La alimentación sana, el ejercicio y el descanso adecuado, son excelentes opciones.
Evita las cosas perjudiciales
Aunque puede ser tentador recurrir al alcohol, las drogas u otras conductas que ofrecen un escape temporal, estas opciones solo agravarán la situación a largo plazo.
Conéctate con los demás
Continúa o reanuda el contacto con las personas. Participar en actividades sociales o unirte a grupos con intereses similares puede brindarte apoyo y hacerte sentir menos aislado.
Crea una rutina
Crear una estructura en tu día a día puede proporcionarte una sensación de control y estabilidad. Puedes incluir actividades que disfrutes y que contribuyan a tu bienestar.
Ten paciencia
Recuerda que la recuperación es un proceso que lleva tiempo. Sé amable contigo mismo y reconoce que es normal tener altibajos. También celebra tus logros, por más pequeños que estos sean.
Encuentra apoyo
Considera buscar la ayuda de un psicólogo o terapeuta. Estos especialistas pueden proporcionarte herramientas y estrategias personalizadas para manejar tus dificultades y guiarte por el camino.