La discapacidad visual tiene un gran impacto en la vida cotidiana en las personas con esta condición. Veamos algunas de ellas.
Desplazamiento
Aquí las personas enfrentan desafíos en cuanto a la movilidad y la orientación. La capacidad para moverse de manera independiente puede verse comprometida, lo que lleva a una mayor dependencia de otras personas u otras formas de apoyo.
En este sentido, las barreras físicas en el entorno como la falta de señalizaciones y la infraestructura urbana adecuada pueden aumentar el riesgo de sufrir accidentes o contratiempos y esto a su vez también puede limitar la autonomía personal.
Educación
En esta área, la falta de materiales en formatos accesibles y la insuficiente formación de los docentes en cuanto a la inclusión son los obstáculos a vencer. Sin embargo, con el apoyo adecuado y las adaptaciones pertinentes, se puede acceder de mejor manera a la educación.
Empleo
Las tasas de empleo entre las personas con discapacidad visual suelen ser más bajas en comparación con la población general. Las barreras más frecuentes son la falta de accesibilidad en el lugar de trabajo, LOS prejuicios y LA discriminación.
No obstante, con las adaptaciones adecuadas en el espacio físico de trabajo y el uso de tecnologías de asistencia visual, las personas con esta discapacidad pueden desempeñarse de forma eficiente en una amplia gama de empleos.
Acceso a la información
La digitalización ha mejorado el acceso a la información, pero aún existen algunos problemas, como ciertos sitios web no adaptados y la falta de documentos en formatos adecuados. Herramientas como los lectores de pantalla y el software de ampliación pueden facilitar este aspecto.
Actividad recreativa y social
Las personas con discapacidad visual pueden experimentar aislamiento social debido a la dificultad para participar en actividades comunes. Los programas de apoyo comunitario y las adaptaciones en actividades recreativas pueden mejorar la inclusión y la calidad de vida.